Esta vez, otro amigo desesperado acudió a nosotros. El tan vapuleado (por nosotros) Oscar Luna finalmente se quebró anímicamente y desconsolado se acercó a pedir justicia.Su compañero y amigo, su inseparable ladero, el mudo testigo de tantas caravanas, su chaleco Wilson, ha desaparecido.Oscarcito tiene una vaga noción de donde podría hallarse, pero el temor casi lo paraliza y le impide hablar. Nosotros, cuarto poder, no le tenemos miedo a esas bandas organizadas que tanto mal le hacen a la sociedad. Desde aquí, banda del country, pedimos por la aparición de Wilson. Sano y salvo.
Luna, señalando el tamaño de su chaleco
Luna, señalando el tamaño de su chaleco
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