El sábado a la noche, asistimos al fin de un ciclo. Uno de los solteros mas codiciados de San Lorenzo, sucumbió ante el Dios cupido y entregó su parche y su pata de palo, a cambio de una libreta. Sus padres locos de contento (en realidad el nene se había mudado hace un año, pero ahora están mas seguros de que no va a volver) festejaron hasta altas horas de la noche.
Sin embargo, el excesivo celo puesto por el padre (foto) para no dejar ningún detalle librado al azar, (contradiciendo la mayoría de las veces, la voluntad del propio novio) exasperó al encargado del servicio de catering del lugar, quien ordenó a sus empleados impedir el acceso del viejo abogado antes de la fiesta.
Por suerte el encargado en cuestión, ejerce la misma profesión de don Piló y la relación no sufrió alteraciones luego de la fiesta. Haya paz !!!!
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