Me sorprendió. Realmente me sorprendió. No porque no lo crea capaz de realizar actos de amor (no me gusta la palabra caridad) sino que en la vorágine que vivimos siempre contra reloj, que uno de al lado nuestro se separe un cachito del rebaño y se tome tiempo para pensar en los otros, me parece re grosso.
Agregamos nosotros al pedido:
- Casi todos nosotros tenemos hijos, a los que en mayor o menor medida jamás les ha faltado un regalo para el día del niño. Incluso creo particularmente que tienen mas juguetes de los que materialmente podrían jugar.
- No llevará demasiado tiempo entonces, hacer una "limpieza" en casa y detectar que juguetes, o juegos de mesa, ya no usan porque se cansaron o porque ya no están en edad de usar.
- A ésos juguetes los metemos en una bolsa de consorcio (o en dos, o en tres) los metemos en el baúl del auto y el Miércoles cuando vamos a Aldao, se lo damos personalmente a Ariel.
- También podemos hablar con amigos, parientes o vecinos a los mismos efectos. Si no conseguimos juguetes o no tenemos hijos, tal vez comprar un juguete no nos complique demasiado el presupuesto. Es mas, no importa el valor material del juguete, importa el gesto.
- No es del espíritu del B entregar juguetes que ya no se usan porque están rotos. Entendido? Juguetes que sirvan!
- También sería piola (digo yo) contactarse con Ariel para ayudarlos a llevar los juguetes a los lugares elegidos.
Gracias, enfermos. Gracias. (yo ya lo estoy llamando)