El archiconocido pata de bolsa no tiene límites. Esta vez atacó la casa de un reconocido integrante del equipo A. Bueno, nadie está exento. Pero lo cierto es que el pobre muchacho tuvo que esperar afuera en bolainas hasta que se vaya el dueño de casa que había llegado imprevistamente.
Por lo menos esperá que se vaya a Córdoba!!
MARCHE UN JUEGO DE REJAS !!!
Por lo menos esperá que se vaya a Córdoba!!
MARCHE UN JUEGO DE REJAS !!!
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